martes, 1 de abril de 2014

El nuevo rostro


Por ser tan delgada mis amigos siempre me molestaron, yo quería llegar a ser famosa, ya fuera por mi belleza poco común o por la forma como interpretaba algunas canciones. Durante un tiempo mis sueños se frustraron y creí que no podría llegar a ser esa mujer que tanto quería, esa que al caminar en la calle fuera reconocida por los transeúntes.
Pero un día iba saliendo de mi casa, cuando inesperadamente vi a una mujer tan elegante y tan arrogante a la vez, paso por mi lado, la verdad no tenía ni la menor idea de quién era, pero fue ella la que me ayudo a saltar a la fama.

Ella que con su mirada superficial me detallo hasta el más mínimo centímetro de mi cuerpo, exclamó “eres lo que estaba buscando”, me dio una tarjeta para que la llamara al día siguiente y así lo hice.
No sabía que quería exactamente de mi, pero al igual no podía perder lo que al parecer era una gran oportunidad, me presente en el lugar donde me había citado, al entrar la vi a lo lejos, por sus inigualables facciones la reconocí inmediatamente, estaba acompañada de un hombre aparentemente agradable.
Me senté en su mesa y al minuto siguiente sabía que estaba hablando con Vreeland, Diana Vreeland, la famosa editora de la que todos hablan, esa que sin medir costos realiza trabajos exquisitos, llenos de elegancia y glamour, al lado de su gran amigo, Richard Avedon, quien a través de sus trabajos muestra esa precisión y amor por su trabajo. He escuchado que gracias a Vreeland, el surgió del anonimato y ahora es reconocido por ser un gran fotógrafo de moda. Tal vez esta es la oportunidad que he estado esperando.

Después de hablar un poco de mí, me hicieron la gran propuesta, modelar para Avedon en una de las ediciones de Vogue, ¿Yo en Vogue?, si, quiero ser famosa, pero nunca pensé que en tan prestigiosa revista de moda.

Acepte de inmediato, este tipo de oportunidades no se presentan dos veces, así que debo aprovechar, poner mi mejor cara y empezar a modelar para Vogue, se que Avedon sacara mis mayores atributos y hará de esta editorial ese gran paso que necesito para salir del anonimato.

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