Y yo
estaba ahí, en primera fila como siempre, escuchando mi banda favorita, la que
con cada canción hacia estremecer hasta el más pequeño hueso de mi cuerpo, esa
que me hacia ir hasta los sitios más recónditos para verlos tocar, esa que
escuchaba todo el tiempo encerrada en mi casa, mi banda favorita, toda mi vida.
Verlos
a ellos con el pelo largo, camisas de cuadros, ropa ancha, sin preocuparse
mucho por su aspecto, esas características eran la que más me llamaban la atención,
el hecho de que no les importara su aspecto físico a la hora de presentarse en
tantos eventos. Por eso los seguí hasta el final de su carrera, era la razón por
la cual siempre estuve en primera fila en cada uno de sus conciertos, a lo
mejor ya me reconocían cuando me veían allí, y espero que así haya sido.
Me empecé
a vestir como ellos, y si, mucha gente me juzgaba y me miraba raro, pero a mí
no me importaba, yo quería ser igual a ellos, sin importarme el aspecto físico,
simplemente que importara lo que yo hacía por mi misma y como ayudaba a los demás.
En uno
de sus conciertos logre ver un poco detrás del escenario, y vi a Kate Moss con
Johny Depp, la icónica pareja estaba allí viendo a mis ídolos, todos vestidos
de la misma manera, de un mismo mundo pero trabajando en diferentes ramas, yo quería
pertenecer a ese grupo, famosos actores, modelos y músicos, con un físico dejado
y sin importancia, los admiraba tanto que no veía la hora de su próximo evento
para estar allí otra vez en primera fila.
Llego
un día donde finalmente iba a entrar al camerino a conocerlos y conocer a Kurt
Cobain, mi más grande ídolo, era como un Dios para mí, lo conocería después de
unos años siguiéndolo a él y a su banda, por fin llego la oportunidad.
Aunque al parecer el
destino no quiso darme la oportunidad, solo tengo por decir, descansa en paz
Kurt Cobain.